La sal es uno de los condimentos más populares en las cocinas de todo el mundo y una de las principales fuentes dietéticas de sodio, un mineral esencial que tu cuerpo necesita para funcionar adecuadamente.
El sodio actúa como electrolito, por lo que ayuda a mantener en equilibrio los líquidos del cuerpo, así como la función muscular y la transmisión nerviosa.
Sin embargo, el consumo de sodio ha generado una gran controversia debido a su posible impacto negativo en la presión arterial y en el riesgo de sufrir enfermedad cardíaca y accidente cerebrovascular. Estas afirmaciones son respaldadas por la Organización Mundial de la Salud, OMS.
Organización Mundial de la Salud
Es por esto que la recomendación de reducir el consumo de sodio ha sido ampliamente difundida por organizaciones y expertos, y se ha convertido en una tarea primordial para muchas familias alrededor del mundo.
¿Qué dice la ciencia?
Diferentes estudios científicos han encontrado que una reducción moderada en la ingesta de sal puede tener efectos positivos en la disminución de la hipertensión y, por ende, en la prevención de enfermedades cardiovasculares. (1) (2) (3) (4) (5)
Sin embargo, también se han realizado algunos estudios y revisiones que sugieren que la evidencia para respaldar el vínculo entre el consumo de sodio y un mayor riesgo cardiovascular aún se puede considerar débil, por lo que se necesita más investigación. (6) (7) (8)
Los resultados contradictorios de diferentes investigaciones parecen sugerir que algunas personas son más sensibles a la sal que otras, lo que puede deberse a diferentes factores incluyendo la genética. Esto podría explicar por qué la reducción de sal mostró cambios significativos en la presión arterial de algunos individuos y en otros no.
Se estima, por ejemplo, que alrededor del 60 % de hipertensos son especialmente sensibles a la sal, así como las personas con diabetes, enfermedad renal crónica y los adultos mayores. (9)
Cabe destacar que una ingesta muy baja de sodio también se ha asociado con diferentes problemas de salud, sin embargo estas deficiencias son muy raras o poco comunes.
La clave parece estar, entonces, en la moderación.
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¿Cuánta sal consumir?
Como se explicó anteriormente, la cantidad de sodio recomendada parece depender de tu condición de salud y tu nivel de sensibilidad.
Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud y diferentes expertos alrededor del mundo se mantienen firmes en su recomendación de limitar el consumo de sal a menos de 5 gramos por día, lo que equivale a menos de una cucharadita.
Esta recomendación se ha convertido en un gran reto, teniendo en cuenta que la mayoría de las personas consumen fácilmente más del doble de esa cantidad (hasta 12 gramos por día).
Además, se debe tener en cuenta que la ingesta de sal diaria no solo depende únicamente de la cantidad que se añade a los alimentos durante la cocción, sino que también proviene en gran parte de productos procesados como el tocino, el jamón, los quesos, entre otros.
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